Él cree que la felicidad está en el futuro. Ella cree en ser feliz hoy. El prioriza llenar sus bolsillos de dinero para tener la vida que quiere. Ella, aunque le preocupa llegar a fin de mes, prioriza vivir la vida en el presente. El fin de semana pasado, ambos tuvieron días perfectos. Para él eso significa descansar solo un poco y concretar negocios exitosos. En cambio, para ella, fue una combinación de campo, pileta, amigas, Cosquin Rock, cantar y gritar sin parar, saltar, bailar, reír, encapsularse en esa felicidad difícil de explicar. Es raro que ambos se sientan atraídos siendo tan distintos. Nunca se vieron en persona, pero siguen prometiendose hacerlo. Quizás algún fin de semana se concrete, que sus diferencias se alineen y puedan encontrarse de una vez por todas. Él siempre la soprende con sus palabras. Ella se preocupa por él. Ni siquiera viven en la misma ciudad, pero parecen estar conectados. Las diferencias parecen desaparecer cuando los dos están en la misma...