Sabia que algo raro me estaba pasando. Estuve haciendo algunas cosas que demostraban que esta realidad se aproximaba. Me sentí bien conmigo misma de ciertas decisiones aunque no entendía donde nacían tan rápido y casi sin pensarlo. Creía que por fin tenia la confianza necesaria para hacerme respetar y que no manejen mis emociones. Todo lo anterior es real, pero viene de la mano de que en estos momentos no puedo querer a nadie. Lo descubrí antes de dormir y la almohada me lo confirmó. Me levanté teniendo todo muy claro, ya no es una decisión mantenerme alejada de los hombres que se me acercan, simplemente, es lo que siento. Anoche recibí todo lo que siempre quise. Escuché las palabras que siempre desee. Tuve los gestos que siempre espere hicieran por mi. Pero mi corazón no se aceleró, las cosquillas en la panza no aparecieron, el tiempo no pasaba cuando quería que volara, de mi boca no salía ni una palabra, y las que salieron, no las sentía. Pensé que me había transformado en u...