Salí corriendo y me subí a un taxi, no quise mirar atrás, cobarde, aturdida, me dio miedo. Salí corriendo aunque en el fondo no quería. Salí corriendo porque estaba en juego mi corazón y no podía permitir que me lo robaran de nuevo.
Salí corriendo de la posibilidad de empezar algo con alguien. Salí corriendo del "vamos lento". Salí corriendo del "pasemos la noche juntos". Salí corriendo del que me gusta más de lo que puedo admitir. Salí corriendo del que es impredecible y cagón. Son la misma persona pero depende del momento es como se deja ver. Salí corriendo porque no quiero estar en la incertidumbre del día a día y no saber con que versión de él me voy a encontrar.
Me da celos cuando alguien se le acerca, celos fuertes, como nunca antes sentí, celos que me hacen hacer cualquier cosa para que sus ojos me miren. Anoche antes de correr, sentí eso, aunque tarde o temprano descubrí que eran tontos, porque sus ojos ya estaban fijos en mi. Salí corriendo porque ni siquiera tuve que llamar su atención, ya la había ganado, y me aterrorizó.
Salí corriendo porque caí en la cuenta que no quería ser solo una mina con quien pasa la noche. Salí corriendo porque quiero ser la mina con quien comparte la mañana o la siesta. Salí corriendo porque sé que promete cosas que no va a cumplir.
Salí corriendo sin pensarlo. Salí corriendo pensándolo mucho. Salí corriendo cuando nadie me viera. Salí corriendo a sus espaldas, por miedo a que me retuviera y no haya vuelta atrás. Salí corriendo para que no me sostuviera la mano. Salí corriendo porque una vez que lograra tenerme en sus brazos no iba a querer que me suelte más.
Salí corriendo y él salió corriendo atrás de mi, pero mi cobardía es más rápida, no pudo alcanzarme. Salí corriendo y lo perdí. Me escapé de él una noche y ahora él se escapó de mi vida.
Salí corriendo y me duele ser lo que prometí no ser. De esas que escapan y no se la juegan. Salí corriendo y me duele el pecho. Salí corriendo y siento alivio. Salí corriendo y me arrepiento. Salí corriendo porque sé que es lo correcto.
Salí corriendo tratando de perder a alguien. Salí corriendo tratando de encontrarme a mi misma. Y por primera vez, salí corriendo y gané, porque por fin me escuché.
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