Me siento niña otra vez. Estoy emocionada. Feliz. Satisfecha. Renovada. Este año me trajo un lindo regalo: AMIGAS NUEVAS. Siempre fui sociable. Siempre estuve rodeada de gente, pero no siempre pude decir que tenía verdaderas amigas. Muchas fueron transitorias, muy pocas han permanecido en mi vida a lo largo de los años. Es de público conocimiento que envidio a los hombres por sus amigos, sus códigos (a los que los tienen) y el poder de conservarlos toda la vida. De poder trascender el tiempo y mantenerse unidos. Estos meses de verano me trajeron algo mejor que un grupo de amigos hombres. El deporte, hockey, me regaló un grupo de amigas. No se bien el momento en que pasó. Quizás sea un tercer tiempo en el club con mucha cerveza de por medio. Quizás alguna fiesta. Quizás alguna salida. Quizás la empatía o la falta de ella con otra gente. Quizás fue de casualidad o quizás no. La cuestión es que terminamos juntandonos mas que de costumbre, buscando excusas para vernos, compartiendo ané...