Me siento niña otra vez. Estoy emocionada. Feliz. Satisfecha. Renovada. Este año me trajo un lindo regalo: AMIGAS NUEVAS.
Siempre fui sociable. Siempre estuve rodeada de gente, pero no siempre pude decir que tenía verdaderas amigas. Muchas fueron transitorias, muy pocas han permanecido en mi vida a lo largo de los años. Es de público conocimiento que envidio a los hombres por sus amigos, sus códigos (a los que los tienen) y el poder de conservarlos toda la vida. De poder trascender el tiempo y mantenerse unidos.
Estos meses de verano me trajeron algo mejor que un grupo de amigos hombres. El deporte, hockey, me regaló un grupo de amigas. No se bien el momento en que pasó. Quizás sea un tercer tiempo en el club con mucha cerveza de por medio. Quizás alguna fiesta. Quizás alguna salida. Quizás la empatía o la falta de ella con otra gente. Quizás fue de casualidad o quizás no. La cuestión es que terminamos juntandonos mas que de costumbre, buscando excusas para vernos, compartiendo anécdotas y risas desde el primer momento. Somos cuatro, pero juntas parecemos mil. No hay dramas, no hay peleas, no hay tensiones, simplemente nos complementamos. Podemos charlar seriamente por horaas, como podemos ponernos a jugar a las escondidas si estamos aburridas.
Está más que claro, que con ellas siempre es bueno juntarse. Todo es fácil, cero complicaciones, no tenemos problema ni para ponernos de acuerdo donde y cuando nos vemos. Simplemente es SI. Ganas sobran siempre. Son pocos meses desde que se armó este "grupete" y siento que compartí lo que siempre quise con un grupo. Desde llorar en su compañía hasta reír a carcajadas a mas no poder. Desde irme de vacaciones y hacer puras locuras hasta juntarme un jueves a tomar una cerveza y ayudar a una con la facu. Desde improvisar salida a la 1 am hasta juntarse un 14 de febrero para no estar solas.
En mi cuarto de siglo encontré tres personas que aceptan lo bueno y lo malo que tengo para ofrecer. Que no me cuestionan, solo buscan que esté bien. Hubo momentos en que seguro caería a mi viejo mundo, en donde me encerraba a llorar sola y me alejaba de todo mi entorno. Pero ellas no me dejaron. Son soporte y pilar. Tuve dos semanas duras y tristes, y no lo fueron tanto porque con su compañia no me sentí sola, como hacía mucho no lo sentía.
No es que no tenga otras amigas o que no sean buenas, la diferencia es que estas están presentes hoy y acá. A cada minuto son apoyo y somos un grupo, que con nuestras diferencias y semejanzas, con nuestras locuras, nuestros buenos y malos días, con nuestras inseguridades y con nuestra mala suerte en el amor, incluso con nuestra mirada sobre el mismo, no nos dejamos caer y nos mantenemos fuertes.
Somos "Complices de planes", "buscadoras de grupos de amigos para no cagarla", "cantantes de un grupo de cumbia malo", "despechadas", "niñas de 10 años", "mujeres maduras (¿?)", eso y mucho más. Pero siempre tan trasparentes como podemos. No importa la edad, gustos o pasado. Es solo hoy y lo que se viene por vivir.
Quizás suene cursi, quizás parezca exagerado, quizás no lo crean, pero que importa, si lo que siempre quise hoy lo tengo. A ese grupo loco que no tiene miedo de emprender una aventura que aunque no sabemos como ni que, si sabemos que si estamos juntas, esta bien.
Gracias por tanto, perdón por tan poco...
Para ustedes: A, R y V (orden alfabético así no se enojan)
Siempre fui sociable. Siempre estuve rodeada de gente, pero no siempre pude decir que tenía verdaderas amigas. Muchas fueron transitorias, muy pocas han permanecido en mi vida a lo largo de los años. Es de público conocimiento que envidio a los hombres por sus amigos, sus códigos (a los que los tienen) y el poder de conservarlos toda la vida. De poder trascender el tiempo y mantenerse unidos.
Estos meses de verano me trajeron algo mejor que un grupo de amigos hombres. El deporte, hockey, me regaló un grupo de amigas. No se bien el momento en que pasó. Quizás sea un tercer tiempo en el club con mucha cerveza de por medio. Quizás alguna fiesta. Quizás alguna salida. Quizás la empatía o la falta de ella con otra gente. Quizás fue de casualidad o quizás no. La cuestión es que terminamos juntandonos mas que de costumbre, buscando excusas para vernos, compartiendo anécdotas y risas desde el primer momento. Somos cuatro, pero juntas parecemos mil. No hay dramas, no hay peleas, no hay tensiones, simplemente nos complementamos. Podemos charlar seriamente por horaas, como podemos ponernos a jugar a las escondidas si estamos aburridas.
Está más que claro, que con ellas siempre es bueno juntarse. Todo es fácil, cero complicaciones, no tenemos problema ni para ponernos de acuerdo donde y cuando nos vemos. Simplemente es SI. Ganas sobran siempre. Son pocos meses desde que se armó este "grupete" y siento que compartí lo que siempre quise con un grupo. Desde llorar en su compañía hasta reír a carcajadas a mas no poder. Desde irme de vacaciones y hacer puras locuras hasta juntarme un jueves a tomar una cerveza y ayudar a una con la facu. Desde improvisar salida a la 1 am hasta juntarse un 14 de febrero para no estar solas.
En mi cuarto de siglo encontré tres personas que aceptan lo bueno y lo malo que tengo para ofrecer. Que no me cuestionan, solo buscan que esté bien. Hubo momentos en que seguro caería a mi viejo mundo, en donde me encerraba a llorar sola y me alejaba de todo mi entorno. Pero ellas no me dejaron. Son soporte y pilar. Tuve dos semanas duras y tristes, y no lo fueron tanto porque con su compañia no me sentí sola, como hacía mucho no lo sentía.
No es que no tenga otras amigas o que no sean buenas, la diferencia es que estas están presentes hoy y acá. A cada minuto son apoyo y somos un grupo, que con nuestras diferencias y semejanzas, con nuestras locuras, nuestros buenos y malos días, con nuestras inseguridades y con nuestra mala suerte en el amor, incluso con nuestra mirada sobre el mismo, no nos dejamos caer y nos mantenemos fuertes.
Somos "Complices de planes", "buscadoras de grupos de amigos para no cagarla", "cantantes de un grupo de cumbia malo", "despechadas", "niñas de 10 años", "mujeres maduras (¿?)", eso y mucho más. Pero siempre tan trasparentes como podemos. No importa la edad, gustos o pasado. Es solo hoy y lo que se viene por vivir.
Quizás suene cursi, quizás parezca exagerado, quizás no lo crean, pero que importa, si lo que siempre quise hoy lo tengo. A ese grupo loco que no tiene miedo de emprender una aventura que aunque no sabemos como ni que, si sabemos que si estamos juntas, esta bien.
Gracias por tanto, perdón por tan poco...
Para ustedes: A, R y V (orden alfabético así no se enojan)
Comentarios
Publicar un comentario