En toda historia, siempre hay un personaje que se repite a lo largo de la trama. El típico que aparece y desaparece, sin ser protagonista, pero entrometido, cambia varios rumbos.
Ella tiene un par de esos, una especia de figuritas repetidas. Muchas veces cuando abre un nuevo "sobrecito" le da miedo que aparezca de nuevo. Pero muchas otras, espera que eso pase. Casi es una coleccionista de figuritas repetidas.
Cada vez que aparece una entre las nuevas, piensa que ya no pasa nada, que simplemente es normal que suceda. En algún momento, eso cambia, y se encariña con la misma figurita de siempre. No tiene brillo, no es holográfica, no brilla en la oscuridad, no es la difícil, pero le encanta.
Aunque cambie de envoltorio, siempre es lo mismo. Ella sabe que ya no tiene lugar en el album. Ocupó uno la primera vez, en sus siguientes, ya no.
En su cumpleaños, una de esas figuritas (quizás de las mas raras que tiene) apareció por sorpresa en su casa. Trajo un champagne de regalo para brindar. La cara de ella, al verlo en su puerta, se le iluminó, hacia tanto que no lo veía, estaba tan lindo como siempre. No sabía si contener su sonrisa o dejarla escapar.
Entró como cualquier otro amigo, se ubicó cerca de los que conocía. Pasó toda la noche con gente que de seguro no son de su interés. Ella no dejaba de sorprenderse. Se fueron todos, solo quedó él. La ayudó a guardar y acomodar todo. Seguía atontada. Siempre en el pasado, le costó tanto a sus parejas estar presentes ese día, mezclarse con su gente, solo por ella; y él, aunque es un amigo con el que sería mucho más, estuvo en uno de sus días más felices, sin compromiso, sin obligación, simplemente, lo hizo. Y la puso feliz.
Se quedaron hablando bastante, tocaron temas de años anteriores, él se acordaba de todo. Fue como si el tiempo no hubiera pasado. Se dijeron cosas lindas. Ella se dio cuenta que a él le contaba cosas que no lo hacia con nadie más, sentía la confianza de asincerarse. Estaban cerca pero lejos a la vez. Le genera un "no se que", le acelera el corazón, pero su historia es imposible. Es un amor que nunca va a ser. A los dos les sobran ganas, pero él tiene novia, desde siempre. Los sentimientos estaban, pero no podían concretarlos porque había alguien más. Ella no puede hacerle eso a alguien, porque simplemente, no le gustaría que se lo hicieran.
Cuando él le empezó a hablar de sentimientos, ella no pudo evitar preguntar de los suyos con su novia. Su respuesta fue: "no se". Le quedaron resonando esas dos palabras, y sigue preguntandose ¿cómo puede estar alguien de novio tantos años sin tener en claro lo que siente? No encuentra la respuesta, será porque jamas estuvo de novia tanto tiempo, será porque siempre que estuvo con alguien fue porque amó.
Le encanta estar junto a él, le encanta compartir cosas, pero no puede hacerlo, siente que traiciona a alguien que ni conoce, la paraliza sentir que a ella le puede pasar lo mismo. Debe ser el único hombre, por el cual sigue sintiendo algo, pero debe ser porque jamás fue de ella, siempre una ilusión, un pensamiento, un "tal vez algún día". Fue una relación perdida antes de comenzar. Es una figurita repetida, pero de esas que guarda bajo la almohada, quizás en sus sueños, algún día, sea realidad, y pueda pegarla completa y definitivamente en su album.
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