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Pensar con el corazón


Hoy necesito hablar en tercera persona. Siempre salen más fáciles las palabras, cuando escribo sobre "Ella".

Martes, 9 am, ella sentada en su escritorio, mirando la compu, inmóvil, su mente está en blanco. No logra concentrarse. Le suena el celular, lo agarra, sonríe, recibió un nuevo mensaje del "Día de la Mujer", le sorprende quien se lo mandó, contestó y de alguna manera una idea se le fija en su cabeza. Se queda pensando, puede ver a través del reflejo del monitor como su cara se va transformando de una sonrisa a preocupación y angustia.

Eso que le afectó tan rápidamente ese martes, fue por algo que le pasó el fin de semana. Su eterno ex reapareció. Si, ese que le rompió el corazón por primera vez. Ese que tanto le costo dejar ir, pero que logró soltarlo definitivamente. Ese que no entiende que su historia terminó. Ese por el que ya no siente amor. Y ahí esta de nuevo pidiendo su atención.

Apenas intercambiaron unas palabras, se dió cuenta que esta versión de él era distinta, se notaba que necesitaba hablar, y saber de ella. Sus palabras no eran dichas al azar, todas tenían significado. No parecía una reaparición común de él. Estaba reservado, no quiso contarle mucho por el chat, le insistió en verse. Ella dudó, todo era muy extraño, más de lo normal, pero sabía que no podía jugarse de ver a esa persona que prometió tanto y lo único que logró fue destrozar su idea de amor. Tomo coraje y dijo "No". El siguió hablando, y le dijo algo que ella no estaba preparada para escuchar:

"Cuando ves alguien, y te pega la trompada esa, te pega. La química es única. Me pasó siempre con vos" 

Ella quedó sin palabras, pero él no. Siguió escribiendo cosas para decirle que ella era el amor de su vida. Cuando terminó de leer todo lo que él tenía para decir, no supo que contestar, estaba ocupada, cansada y tratando de alistarse rápido porque tenía un compromiso ya asumido y estaba atrasada. Lo único que se le ocurrió hacer, fue comentárselo a sus amigas y escuchar lo que le aconsejaran. Ellas le dijeron lo que correspondía, que no le diera bola. Y eso fue lo que hizo, ignoró esas palabras. La noche continuo su curso, y por suerte se olvidó de todo.

El fin de semana terminó, empezó la rutina nuevamente. Todo parecía normal hasta ese martes, que frente a la compu le vinieron a su mente cada una de esas palabras, y le quedaron dando vueltas. Casi en un instante, la angustia se le localizó en la garganta y sus ojos se le pusieron brillosos. Fue ese el exacto momento que tomó consciencia del significado de lo que leyó días atrás.

Tanto rogó ser amada, tanto tiempo sufrió sin saber que alguna vez lo fue. Recuerda su relación enfermiza con este chico, pero de repente descubrió que fue el gran amor de alguien, y por momentos ella piensa que él también lo fue. Pero se terminó, no hay forma de volver atrás, pasaron tantas cosas que hace imposible retomar lo que dejaron. Aunque fueran el uno para el otro, cada vez que lo intentaban se lastimaban, eran más los momentos tristes que los momentos felices, y eso no es amor, no se puede vivir con un tipo de relación así.

Y en medio de esos pensamientos, a ella le cae una lágrima, y no puede dejar de preguntarse:

¿Que pasa si él es el único amor de mi vida y no pudimos hacerlo funcionar? ¿Qué pasa si nunca el amor es suficiente? ¿Cómo se si es posible amar sin que duela? 

Se siente aturdida, le empieza a doler la cabeza, sus dudas se repiten nuevamente, lo que parecía superado ahora siente que no lo es. Pero ya no se trata de superar a alguien, se trata de superar algo. En estos momentos no tiene a nadie en su corazón, por fin se siente liberada. Aprendió a convivir con el hecho de que ser soltera no es sinónimo de soledad, todo lo contrario, conoció gente hermosa que le dio soporte, y que la acompaña a su manera. Ya no necesita un hombre para estar completa (en ningún sentido), lo está porque cree en ella. No necesita rogar atención, siendo ella y mostrando su esencia, la atención llega sola. Su actitud cambio, la gente lo nota, la sigue y quiere estar con ella, porque realmente está bien, por fin es feliz y no deja que "el drama" la afecte. No es un efecto narcisista, ni de ego. La gente por fin la trata y respeta en total reflejo de como aprendió a tratarse y respetarse ella misma.

Lo que le cuesta superar es esa linda sensación de amar esa persona especial que le hace latir el corazón distinto, sin importar quien sea. Extraña ese algo que le da el amor, del que es muy difícil despegarse, las sensaciones, los gestos, en lo que se transforma cuando ama. Definitivamente lo que no puede superar es a ella misma cuando quiere sincera y plenamente a alguien, le gusta esa versión, totalmente imperfecta pero transparente y desmedida.

Pasan las horas, y no puede darle un cierre en su cabeza a todo esto, le cuesta tomar una decisión o al menos entender que fue lo que pasó. Hace tres años que dejaron de intentarlo, se rindieron, Ambos tuvieron otras relaciones, pero de alguna manera él siempre vuelve. No le encuentra sentido. Piensa y piensa, y no hay manera de comprenderlo, hasta que en un momento, deja de pensar con la cabeza y empieza a hacerlo con el corazón, la respuesta estaba ahí. Ella, cuando volvió a amar después de él, fue distinto, sin títulos ni ataduras, duro, complicado, pero con enseñanzas para ser mejor, superarse, reinventarse, incluso después de haber terminado. El no tuvo esa oportunidad, la siguiente vez que amó, fue dolorosa y esclavizante. El extraña su propia versión de ese momento con ella, porque la siguiente fue devastadora. El amor es libertad, es sentirse pleno, incluso cuando lo único que se tiene es a uno mismo. Ella logró entenderlo, él no, por eso vuelve a la persona que menos lo hizo sufrir, que más lo acompañó y que menos cuestionó. Pero él, fue la persona que más la hizo sufrir, que más la cuestionó y que menos acompañó. Y es por eso que están en caminos distintos, que sin duda no se pueden volver a cruzar. El rumbo que eligió ella es la felicidad, él todavía no sabe que rumbo tomar.

No se trata de encontrar el amor de su vida, se trata de volver a amar y que esa próxima vez sea mejor. Encontrar una nueva versión que la ayude a superarse y poder dejar en el pasado, lo que es del pasado.

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