Hay inseguridades que se transforman en anclas que nos hunden en nuestros peores miedos.
Inseguridades que nos transforman en nuestro mas duro enemigo, generando batallas que seran perdidas incluso antes de comenzar.
Inseguridades que nos hacen seres oscuros, que nos da el permiso de hacer cosas que antes hubieramos jurado no hacer nunca.
Inseguridades que nos traicionan, y alejan de todo aquello que realmente queremos. Porque es la mejor amiga de la cobardia, que no nos deja ser o hacer lo que deseamos.
Inseguridades que nos esclavizan a seguir patrones de conducta que repetimos una y otra vez.
Inseguridades que nos hacen infelices.
Y mas allá de todo, seguimos atadas a ellas, desafiando los limites de cuan mas abajo podemos caer, para decepcionarnos, y empezar a juntar nuestros pedazos de nuevo.
Eso termina, cuando rompes las cadenas de lo que fuiste y empezas a creer en quien queres ser.
Este texto, me lo dedico a mi, como recordatorio, que esas inseguridades no deben atormentarme mas, que debo liberar el lastre, y empezar a volar.
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