Domingo. Noche. Último día de carpeta médica. Cama. Insomnio. Ese es mi contexto. Y acá estoy, empezando a pensar de más. Por eso, en vez de solo pensarlo, también lo escribo.
Siempre pensé en el amor libre, en aquel que uno es feliz cuando el otro es feliz, incluso por encima de su propia felicidad. ¿Complicado? Creo que no. Cuando uno ama en serio, todo cobra sentido.
Quizás en los últimos meses, estuve tan metida en mi dolor o frustración porque perdí un amor, o no conseguí al que quería, que tendí a olvidarme eso en lo que soñaba cuando hablaba de amor. Y caí en lo contrario. Quise tanto a alguien, como a nadie, creo, que traté de retenerlo, hacerlo solo mio, absorber mi felicidad a su lado. Lo irónico, es que siempre supe, que esta persona era un alma libre, que no buscaba corresponder a nadie, que era de los que piensa que es mucho riesgo estar con alguien, porque se puede sufrir. Pero creí que podía hacerlo cambiar de opinión. No lo quería cambiar a él, me encantaba tal cual era, pero si soñaba con ser su elegida, ser la que valía la pena arriesgarse y ser felices. Me equivoque, no era ni la indicada ni quien le sacaría todo ese dolor pasado ni quien iluminaría su presente. Como mujer duele saberlo, y duele más aceptarlo, pero entender la realidad es mejor que seguirse preguntado ¿por qué no funcionó?.
Me conformo con estar segura de que fui una buena amiga, que estuve presente en sus momentos duros. Me alegro haber llegado a tener esa conexión de presentir cosas de él antes de que sucedieran. Me pone feliz haber confiado y que el confíe. Me avergüenzo solo un poco de los mensajes que le mande ebria mas de una vez después de haber cortado. Me desconcierta mi manía por stalkearlo hasta hoy en Facebook, Instagram, Whatsapp, etc. Me desespera no saber porque esta tanto tiempo conectado, con quien habla o con quien sale. Me molesta no saber si él hace lo mismo. Pero creo que es momento de parar. Tengo que dejarlo ir. No rogarle más su amistad, atención ni dedicarle indirectamente estados, canciones ni nada.
Esta demostrado que no me quiere, pero yo si, y mucho, así que me voy a hacer caso al menos una vez en la vida, y lo dejo libre de mi corazón y pensamiento. Deseo que sea feliz, incluso si yo no estoy nunca más en su vida.
Quiero que cumpla sus sueños, encuentre esa felicidad que tanto merece, y que lo hago solo, como dice que le gusta. Pero si algún día decide estar acompañado, que sea con una persona que le haga brillar sus ojos azules como nadie, a quien desee darle infinitos abrazos, que lo escuche todo el tiempo, trate de entenderlo, no quiera cambiarlo, que sea su fiel compañera, que lo ame tal cual es, y que por sobretodo lo ayude a descubrir que por amor vale la pena "saltar a la pileta, porque hay agua", como me dijo él una vez.
Ojalá algún día yo también pueda encontrar ese gran amor que tanto sueño, que me movilice y que me corresponda, pero por sobretodo quiero estar con alguien que no me haga sentir invisible, nunca más.
Siempre pensé en el amor libre, en aquel que uno es feliz cuando el otro es feliz, incluso por encima de su propia felicidad. ¿Complicado? Creo que no. Cuando uno ama en serio, todo cobra sentido.
Quizás en los últimos meses, estuve tan metida en mi dolor o frustración porque perdí un amor, o no conseguí al que quería, que tendí a olvidarme eso en lo que soñaba cuando hablaba de amor. Y caí en lo contrario. Quise tanto a alguien, como a nadie, creo, que traté de retenerlo, hacerlo solo mio, absorber mi felicidad a su lado. Lo irónico, es que siempre supe, que esta persona era un alma libre, que no buscaba corresponder a nadie, que era de los que piensa que es mucho riesgo estar con alguien, porque se puede sufrir. Pero creí que podía hacerlo cambiar de opinión. No lo quería cambiar a él, me encantaba tal cual era, pero si soñaba con ser su elegida, ser la que valía la pena arriesgarse y ser felices. Me equivoque, no era ni la indicada ni quien le sacaría todo ese dolor pasado ni quien iluminaría su presente. Como mujer duele saberlo, y duele más aceptarlo, pero entender la realidad es mejor que seguirse preguntado ¿por qué no funcionó?.
Me conformo con estar segura de que fui una buena amiga, que estuve presente en sus momentos duros. Me alegro haber llegado a tener esa conexión de presentir cosas de él antes de que sucedieran. Me pone feliz haber confiado y que el confíe. Me avergüenzo solo un poco de los mensajes que le mande ebria mas de una vez después de haber cortado. Me desconcierta mi manía por stalkearlo hasta hoy en Facebook, Instagram, Whatsapp, etc. Me desespera no saber porque esta tanto tiempo conectado, con quien habla o con quien sale. Me molesta no saber si él hace lo mismo. Pero creo que es momento de parar. Tengo que dejarlo ir. No rogarle más su amistad, atención ni dedicarle indirectamente estados, canciones ni nada.
Esta demostrado que no me quiere, pero yo si, y mucho, así que me voy a hacer caso al menos una vez en la vida, y lo dejo libre de mi corazón y pensamiento. Deseo que sea feliz, incluso si yo no estoy nunca más en su vida.
Quiero que cumpla sus sueños, encuentre esa felicidad que tanto merece, y que lo hago solo, como dice que le gusta. Pero si algún día decide estar acompañado, que sea con una persona que le haga brillar sus ojos azules como nadie, a quien desee darle infinitos abrazos, que lo escuche todo el tiempo, trate de entenderlo, no quiera cambiarlo, que sea su fiel compañera, que lo ame tal cual es, y que por sobretodo lo ayude a descubrir que por amor vale la pena "saltar a la pileta, porque hay agua", como me dijo él una vez.
Ojalá algún día yo también pueda encontrar ese gran amor que tanto sueño, que me movilice y que me corresponda, pero por sobretodo quiero estar con alguien que no me haga sentir invisible, nunca más.
Mujer Invisible
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