Todo se reduce a una cuestión de actitud. Me llevo mucho tiempo creerlo. Pero ahora voy entendiendo como funciona. Depende como sale uno a la calle, a bailar, a comer o a trabajar de como te van a tratar. Simple y real.
"Como te ven te tratan. Si te ven mal, te maltratan" dice la frase. Y descubrí que es así. Me pasó en mis relaciones, dependiendo como me mostraba o era, es como me trataban. Me paso con amigos. Me paso en el trabajo. Me paso hasta haciendo trámites. Dependía de mi actitud de como salían las cosas. Raro, no?
Lastima no darme cuenta antes. Todo empezó a cobrar sentido cuando corté con mi "amigo con derecho" el pasado febrero. En esa relación terminé totalmente desmoronada emocionalmente, era un trapo de piso. Pero al mundo me tenía que mostrar como que todo estaba ok, incluso mejor que antes. Empecé a subir fotos, a mostrarme con un nuevo look, conotra actitud, segura, y fue cuando aparecieron varios fantasmas de mi pasado, y unos cuantos nuevos. Todos diciendo cumplidos y queriendo verme, hablando de lo hermosa que estaba, de como me veía ahora. Usaron palabras como "te quiero", "te extrañé mucho", "estas cada vez más hermosa", "no se porque te deje ir", "no subas esas fotos, haces sentir mal a los que te perdimos", etc. Frases que más de una vez rogué, frases que esperaba en otro momento, frases que me hubiesen encantado escuchar, frases que merecían un beso o un abrazo. En el minuto que las escuché, mi autoestima que estaba 500 mts bajo tierra, subió un poco, me ayudó a darme cuenta lo poco valorada que era, y que realmente podía conseguir cumplidos, que aunque en ese momento valían nada, más adelante podían significar algo importante.
Las fotos eran una farsa, la actitud con las que me mostraba en ellas era actuada. Sin retoques ni photoshop, pero eran una mentira igual, porque se veía por fuera algo que por dentro no pasaba. Quería empezar a creerme esas cosas que me decían, no podía, todo se reducía a que eran falsas, porque la persona que yo quería no las había podido ver o nunca me las expreso, y eso era lo único que me importaba. (tonta)
Aunque eran recurrentes los mensajes de estos "candidatos", era muy difícil decir que si a una cena o cine, porque no es lo mismo lo que uno actua para una foto de un instante, a tener esa actitud toda la cita. Por lo que me ingenié mil excusas que significaban un NO y funcionó bastante bien, muchos se cansaron y no escribieron mas , aunque hubo otros que siguieron intentando. No estaba de animo de actuar una falsa actitud, ni estaba preparada para pasar de nuevo por el arreglarse antes, empezar una charla, contarle mi vida, aguantar los silencios incómodos, la sonrisa y risa forzada, la incomodidad de no saber que pretende el otro. Así que me mantuve en esa postura, hasta el día de hoy, sin citas, hasta que crea que estoy preparada para ser yo misma, sin actuación y con actitud propia.
Igual, como toda mujer, vivo de incoherencias y contradicciones. Estaba soltera de nuevo, quería empezar a salir a boliches con mis amigas, divertirme, tomar, conocer gente nueva. ¿La contradicción? cuando estaba en el boliche no quería que nadie se me acercara, ponía mi peor cara y estaba así toda la noche, rogando que nadie me hablara porque no tenia ganas. Obviamente con esa actitud, todos pasaban de largo, y si algún valiente se animaba, me las ingeniaba para sacármelo de encima. A todo esto, se le sumaba otra incoherencia, llegaba a mi casa y más de una vez lloraba porque no se me acercaba nadie, me sentía fea y nuevamente con el autoestima por el piso.
Estuve así varios meses, hasta que una salida con mi mejor amiga, me hizo cambiar esa actitud, y es cuando descubrí que muchas veces solo se necesita eso. Estaba feliz, sonriente, bailando como si nadie me viera, haciendo ridiculeces, riendo, la estaba pasando excelente, me había olvidado de mi alrededor, me había olvidado de mi ex, me había olvidado del celular, y fue cuando todo cambió. Se me acercaron mas hombres para hablar, bailar, reírse de los que pensé que podía ser real. Esta vez no dije un no, les di la posibilidad al menos de hablar 5 minutos sin echarlos, ni les hice mala cara, simplemente fui yo, piola. Obviamente no estaba preparada ni para dar mi número, ni para intercambiar Facebook ni mucho menos que pasara algo, pero fue lo mejor, porque pude valorarme, conocerme y sentirme bien, todo al mismo tiempo. Volví con una sonrisa a casa que me duró algunos días, decidí repetir esa actitud cada vez que salgo (casi todas las veces la cumplo), sigo sin aceptar números o citas, o que pase algo, pero empiezo a creer que esa actitud de disfrutar de mis amigas, sonreír y reír, sin importarme lo que pase a mi alrededor, es lo que hoy me levanta y lo estoy empezando a creer.
La actitud no te hace más linda, si no que te muestra más real, alguien con quien definitivamente parece interesante pasar un momento. La actitud muestra que tu presencia es suficiente para gustar, enamorar, o simplemente compartir. Cuando el resto te ve bien, es cuando quieren acercarse, ser parte de tu buen momento. Puede que al principio no sea fácil hacerlo, pero es contagioso, cuando estas rodeada de buena onda y gente que mantiene su buena actitud, estar en sintonía sale solo.
Y como dice la canción de Fito Paez :
"Es sólo una cuestión de actitud
no tener nada y tenerlo todo"
"Como te ven te tratan. Si te ven mal, te maltratan" dice la frase. Y descubrí que es así. Me pasó en mis relaciones, dependiendo como me mostraba o era, es como me trataban. Me paso con amigos. Me paso en el trabajo. Me paso hasta haciendo trámites. Dependía de mi actitud de como salían las cosas. Raro, no?
Lastima no darme cuenta antes. Todo empezó a cobrar sentido cuando corté con mi "amigo con derecho" el pasado febrero. En esa relación terminé totalmente desmoronada emocionalmente, era un trapo de piso. Pero al mundo me tenía que mostrar como que todo estaba ok, incluso mejor que antes. Empecé a subir fotos, a mostrarme con un nuevo look, con
Las fotos eran una farsa, la actitud con las que me mostraba en ellas era actuada. Sin retoques ni photoshop, pero eran una mentira igual, porque se veía por fuera algo que por dentro no pasaba. Quería empezar a creerme esas cosas que me decían, no podía, todo se reducía a que eran falsas, porque la persona que yo quería no las había podido ver o nunca me las expreso, y eso era lo único que me importaba. (tonta)
Aunque eran recurrentes los mensajes de estos "candidatos", era muy difícil decir que si a una cena o cine, porque no es lo mismo lo que uno actua para una foto de un instante, a tener esa actitud toda la cita. Por lo que me ingenié mil excusas que significaban un NO y funcionó bastante bien, muchos se cansaron y no escribieron mas , aunque hubo otros que siguieron intentando. No estaba de animo de actuar una falsa actitud, ni estaba preparada para pasar de nuevo por el arreglarse antes, empezar una charla, contarle mi vida, aguantar los silencios incómodos, la sonrisa y risa forzada, la incomodidad de no saber que pretende el otro. Así que me mantuve en esa postura, hasta el día de hoy, sin citas, hasta que crea que estoy preparada para ser yo misma, sin actuación y con actitud propia.
Igual, como toda mujer, vivo de incoherencias y contradicciones. Estaba soltera de nuevo, quería empezar a salir a boliches con mis amigas, divertirme, tomar, conocer gente nueva. ¿La contradicción? cuando estaba en el boliche no quería que nadie se me acercara, ponía mi peor cara y estaba así toda la noche, rogando que nadie me hablara porque no tenia ganas. Obviamente con esa actitud, todos pasaban de largo, y si algún valiente se animaba, me las ingeniaba para sacármelo de encima. A todo esto, se le sumaba otra incoherencia, llegaba a mi casa y más de una vez lloraba porque no se me acercaba nadie, me sentía fea y nuevamente con el autoestima por el piso.
Estuve así varios meses, hasta que una salida con mi mejor amiga, me hizo cambiar esa actitud, y es cuando descubrí que muchas veces solo se necesita eso. Estaba feliz, sonriente, bailando como si nadie me viera, haciendo ridiculeces, riendo, la estaba pasando excelente, me había olvidado de mi alrededor, me había olvidado de mi ex, me había olvidado del celular, y fue cuando todo cambió. Se me acercaron mas hombres para hablar, bailar, reírse de los que pensé que podía ser real. Esta vez no dije un no, les di la posibilidad al menos de hablar 5 minutos sin echarlos, ni les hice mala cara, simplemente fui yo, piola. Obviamente no estaba preparada ni para dar mi número, ni para intercambiar Facebook ni mucho menos que pasara algo, pero fue lo mejor, porque pude valorarme, conocerme y sentirme bien, todo al mismo tiempo. Volví con una sonrisa a casa que me duró algunos días, decidí repetir esa actitud cada vez que salgo (casi todas las veces la cumplo), sigo sin aceptar números o citas, o que pase algo, pero empiezo a creer que esa actitud de disfrutar de mis amigas, sonreír y reír, sin importarme lo que pase a mi alrededor, es lo que hoy me levanta y lo estoy empezando a creer.
La actitud no te hace más linda, si no que te muestra más real, alguien con quien definitivamente parece interesante pasar un momento. La actitud muestra que tu presencia es suficiente para gustar, enamorar, o simplemente compartir. Cuando el resto te ve bien, es cuando quieren acercarse, ser parte de tu buen momento. Puede que al principio no sea fácil hacerlo, pero es contagioso, cuando estas rodeada de buena onda y gente que mantiene su buena actitud, estar en sintonía sale solo.
Y como dice la canción de Fito Paez :
"Es sólo una cuestión de actitud
no tener nada y tenerlo todo"
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