La peor cita...

Hoy me levanté con una sonrisa y de buen humor por dos cosas:

1) Me enteré que viene una de mis mejores amigas a Argentina
2) Anoche tuve la peor cita de mi vida

Sobre lo primero, no hay nada que aclarar, así que me voy a explayar sobre mi cita de anoche y porque hoy estoy feliz.

Si fuera del tipo "minitah", seguramente me hubiese querido pegar un tiro, pero como no lo soy, lo tomo con humor, y me divierto de eso.

Para partir, quiero aclarar como se dio toda la situación, y lo voy a llamar al susodicho como "Pibe"

Pibe me invitó el viernes para que vayamos al cine el sábado, le dije que probablemente no podía, pero el lo mismo se puso a buscar películas en la cartelera (1° error: no escuchó), obviamente no le dije nada, que se jodiera por no prestar atención. El sábado aparece con la certeza de que íbamos a ir, y la realidad decía que no. Había jugado un partido de hockey bastante duro, estaba re cansada, y a la noche tenía una fiesta en el club que iba a estar buena, asi que sin duda iba a ir. El pibe queriendo arreglar se llevo mi no, con una mentirita de por medio porque no soy tan forra como para decirle que no me interesaba ese plan.

Volvió a aparecer, al otro día, y me hizo de nuevo la invitación, me dio cosa ser mala, así que no fui a entrenar y le dije que si. Y ahora viene la seguidilla de errores, que espero los hombres que leen lo tengan en cuenta: (más allá de todo se trata de los gestos que son lindos que tengan con nosotras)

1) Eligió un cine que de casualidad nos quedaba a mitad de camino a los dos, pero ni consultó si a mi me quedaba cómodo. Seguramente hubiera dicho que si, porque no tengo drama de trasladarme, pero faltó un poco de preocupación.

2) Eligió la películas que a él le interesaban ver, y en base a eso me dio a elegir, como me gusta de todo un poco, las opciones eran tentadoras, dejé que eligiera la película que quisiera.

3) A la hora de comprar las entradas, sacó un 2x1. Atención chicos! En la primera cita no se usan, salvo que nosotras lo propongamos, quedas como rata al pedo, además de que estamos en la era de poder pagar compartida la cuenta.

4) Me pregunta si quiero comer algo, las opciones: nachos o pururú. Antes de que me saliera una palabra de la boca, el me dice que pidamos nachos. ¿para que carajo me pregunta si va a decidir él? Con una sonrisa le dije: "Dale, pidamos nachos"

5) A la hora de pagar, como de costumbre mientras sacaba mi billetera, veo que el pibe ya había sacado solo la mitad de lo que teníamos que pagar, por lo tanto mi ofrecimiento iba a estar de más porque de todas maneras iba a tener que pagar. Saque el mismo monto que él, se lo doy, y recibimos vuelto. Señoras y señores, el pibe se guardo el vuelto, o sea que en la cita pagué más que él!

6) Nos sentamos, Pibe teniendo la bandeja de nachos, empieza a comer como niño desesperado en cumpleaños, y sobre su lado, o sea que yo tenía que cruzar el brazo para poder alcanzar un nacho. Me puso incomoda y casi no comí. Él se los terminó todos antes de empezar la película y en ningún momento preguntó si yo quería.

7) Tomé un poco de gaseosa, pero no mucha. Pasó la película, que estuvo buena, entretenida al menos, y había quedado algo de gaseosa en el vaso. Cuando estaban apareciendo los títulos finales, Pibe agarra el vaso y se pone a tomarla, por completo, hasta hacer ruido, la sacudía, volvía a tomar y el ruido seguía. A ese punto ya me sentía avergonzada.

Rogaba que al salir no me invitara a tomar algo o lo que fuera, realmente me quería ir a mi casa, pero no me sentía mal, me daba gracia lo que estaba viviendo. Antes lo hubiera aceptado, y hasta hubiera disfrutado, y alegrado de que alguien me invitara al cine. Ahora realmente, lo tomo de otra manera, no se trata de las cosas que haces, sino de los gestos que recibís.

No esperaba que fuéramos al cine que está a 10 cuadras de casa, aunque hubiese estado bueno, pero si esperaba que al menos me preguntara que me quedaba cómodo. No esperaba que me pagara, pero al menos que fingiera que estaba interesado en hacerlo. No me morí de hambre por no comer nachos, pero hubiera sido un lindo gesto que fuera más servicial. Todo se trata de gestos.

Por otra parte, me dí cuenta que yo fui más el "tradicional hombre" de la salida:

- Deje que eligiera lugar, sabiendo que los que estaban cerca de casa le eran incómodos
- Deje que eligiera película
- Deje de hacer el deporte de mis amores por ir a esa cita
- Pagué más que él
- Dejé que eligiera la comida, y que comiera todo lo que quisiera

Creo que fue más que claro, que los gestos de mi sobraron, y me alegra que así haya sido. Pero estoy harta de seguir dando gestos. No quiero ser el hombre de la relación, quiero ser mimada por un rato, y a la vez sentirme igual a quien tengo al lado. No busco ser una "minitah", pero tampoco un caballero. Es por eso que quizás siga sola, pero no me arrepiento, porque más que nunca sé lo que quiero.