Hoy vengo a quejarme. Con ganas, muchas. Quiero sacar algo que realmente no entiendo y creo que a muchas mujeres les pasa lo mismo.
Volví a tener citas, ya van dos. La verdad que no me puedo quejar del transcurso de las mismas, fueron de mis mejores experiencias en largo tiempo. Fueron distintas entre ellas, pero realmente divertidas. El problema está en como terminan. Los dos casos iguales, los dos "hombres" me querían en su cama. Mi respuesta: NO. Realmente no necesito terminar teniendo relaciones con personas con las que tuve química por un par de horas. Antes, quizás si, y así me fue, con el corazón roto.
Más allá de la intención de ellos o de mi respuesta, lo que me molesta más, es que desaparezcan, que luego de un NO, no hay posibilidades de un diálogo, de querer conocer más a la persona con quien (al parecer) pasaron un lindo momento en un lugar público. Mientras que si le decís que si, tampoco tenes la certeza de que vayan a aparecer nuevamente. Me duele que sigan viendo a las mujeres como simples objetos descartables, o de uso límitado. Me sonaba un cliché esa regla de que en la primer cita nada de sexo. Ahora lo aplico en mi vida, porque me di cuenta que de nada sirve compartir intimidad con alguien que en otras circunstancias seguramente te daría vuelta la cara ante un NO.
Decir que NO en la primer cita, es como mi gran prueba. si desaparecen, tengo la certeza de que esa persona no vale la pena ni para compartir dos segundos más, mucho menos una cama, asegurándome que la decisión negativa fue la correcta. Me cansé de rogar cariño, entregándome a mi misma como un medio para conseguirlo. Me prometí hace casi un año que no lo iba a hacer más y creo fervientemente que estoy en lo correcto.
No se si será porque me respeto, aprendí a confiar más en mi, o a quererme quizás, que ahora no puedo tolerar esta desvalorización o falta de respeto hacia otra persona. Me da asco, y realmente me agrada ver lo fuerte que me estoy haciendo, ya no se me mueve ni un musculo de la cara, ni titubeo un segundo cada vez que me tengo que hacer respetar. Antes para ser aceptaba me rebajaba a darle una oportunidad a los mayores pelotudos del planeta. Aceptaba relaciones en donde ni siquiera me respetaba yo, era bajo condiciones y lo peor de todo, muchas veces me escondían. Y estos meses sola, me di cuenta que no necesito la aprobación de nadie, ni condiciones ni ser escondida, me demostré a mi misma que puedo llegar mucho más lejos, incluso siendo "soltera sola". No necesito una seudo pareja, que no soporte llevar un título o una formalidad, necesito todo lo contrario, un compañero de vida, alguien que tenga los pantalones suficientemente puestos para estar a mi lado. Quiero ser prioridad, como mis parejas suelen serlo para mi.
Creo estar en una sintonia superior a mucho de estos "machitos" que creen saberlo todo, pero que al final de historia quedan solos, por cagones, por cobardes y por no tener los huevos para estar con alguien que estaría dispuesta a estar sinceramente con ellos. Saben porque son así? Por miedo; por no saber como encarar estas situaciones inusuales que se le presentan; porque es mucho más difícil elegir día tras día estar con esa persona que quiere tu felicidad por encima de la suya; porque es complicado estar con alguien que ambiciona ser mejor cada día y tener que intentarlo ellos también; porque es duro saber que el futuro es incierto y que la persona que te hace feliz hoy, puede hacer lo contrario mañana. Y porque es mucho más fácil revolcarse con mujeres distintas cada fin de semana, o con una pero sin ningún tipo de apego. Lo sexual siempre es más simple que poder entregarse con el corazón.
Compadezco a estos pobres tipos que tratan de llenar su vacío interior o su falta de afecto con piernas femeninas abiertas. Y me pongo feliz, por aquellas mujeres que se respetan y valoran, porque de ellas es el mundo. Rebajarse por un hombre ya no está en mi ADN, entendí que con un NO a un solo, puedo demostrarles a muchos más, que no todas somos chicas gratuitas por una noche, hay algunas que valemos más que eso.
Aunque en este post, parece que generalizo con respecto a todos los masculinos, sepan que si lo escribo, es porque creo que ahí afuera hay varios distintos, y espero poder cruzarme, conocer o encontrarme con alguno, para poder probar que no soy una de esas tantas que aceptan revolcarse con alguien después de que le pagaron la cuenta o un trago, si no que soy de las que creen que el amor sigue siendo revolución y algo por lo que vale la pena arriesgarse, siempre.
Por eso, sigo buscando un valiente.
Compadezco a estos pobres tipos que tratan de llenar su vacío interior o su falta de afecto con piernas femeninas abiertas. Y me pongo feliz, por aquellas mujeres que se respetan y valoran, porque de ellas es el mundo. Rebajarse por un hombre ya no está en mi ADN, entendí que con un NO a un solo, puedo demostrarles a muchos más, que no todas somos chicas gratuitas por una noche, hay algunas que valemos más que eso.
Aunque en este post, parece que generalizo con respecto a todos los masculinos, sepan que si lo escribo, es porque creo que ahí afuera hay varios distintos, y espero poder cruzarme, conocer o encontrarme con alguno, para poder probar que no soy una de esas tantas que aceptan revolcarse con alguien después de que le pagaron la cuenta o un trago, si no que soy de las que creen que el amor sigue siendo revolución y algo por lo que vale la pena arriesgarse, siempre.
Por eso, sigo buscando un valiente.
Una mujer nueva.
No se si es cuestion de valentia.
ResponderBorrarCreo que pasa por querer o no querer.
El descompromiso es un signo de estos tiempos,
y no solo en los hombres..
Al descompromiso (de cualquier género) lo considero como cobardía, es no querer arriesgarse por el otro, es tener miedo a la posibilidad de que alguien te haga infeliz (sin tener la certeza de que así sea), es vivir en el SI pero NO. Cuando crees encontrar alguien con quien compartir la vida, calculo que se aspira a estar con alguien que te inspire, movilice, y de ganas de querer ser mejor día a día, y solo un/a valiente puede hacerlo. Los cobardes se esconden bajo el lema de "(seudo) estabilidad" pero a la vez sin el compromiso de querer admitir al otro como alguien que te corresponde.
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