Naranja Completa

Esta mañana se levantó sintiéndose mal, como toda la semana, al parecer los antibióticos empezaron a funcionar, pero igual el cuerpo le sacaba factura por no hacer reposo y se notaba en su manera de caminar. Preparó el desayuno, pero como estaba sola en su casa, prefirió guardarlo en su vaso térmico y salir antes. No parecía un día distinto al resto. Tomó sus dos colectivos hasta llegar a la oficina. Se sentó en su escritorio, y así empezó su día laboral. Como de costumbre primero abrió su correo electrónico, luego facebook, y los tres diarios que usualmente lee.

Contestó un par de correos atrasados. Luego, revisó las noticias principales, más de lo mismo, y sin contenido informativo. Piensa eso siempre que lo hace, pero la costumbre puede más. Llegó el momento de chusmear el inicio de facebook, poné un par de me gusta, le parece todo bastante aburrido, aunque eso puede ser porque no se siente muy bien físicamente. Hasta que llega a la siguiente viñeta que alguien compartió: 

La lee un par de veces, sigue bajando para ver otras publicaciones, y cuando sube de nuevo, se queda pensando en lo que decía. Decide tocar "compartir". Antes de confirmar, se quedó pensando un rato. Algo le impedía dar el último "aceptar", lo único que se le vino a la mente es: "no quiero sonar despechada, ni siquiera está destinado a mi ex, es lo que aprendí ahora, pero si él lo lee va a pensar que es referido a nuestra ex relación, y que a mi me sigue importando, pero no me importa, soy feliz ahora, y Agostina tiene razón, uno no puede ser feliz con la mitad de algo, por eso no era completamente feliz, pero ahora no tengo nada y si lo soy, ya fue, lo comparto", y eso hizo. 

Paso un rato, hubo un comentario que la hizo seguir pensando, lo releyó, y se dio cuenta que estaba de acuerdo pero no completamente con toda la viñeta, había algo que le resonaba en la cabeza: "¿soy amargada?". Le costó autoanalizarse, porque sabía que muchas veces si lo era, que el último tiempo por momentos era casi deprimente, que le llevó varios meses sacarse esa mochila de pesimismo de encima, incluso por momentos esa carga vuelve, y se mezcla con sentimientos de abandono, de cero comprensión, etc, y ahí si se siente amargada, pero sabe muy bien que eso no se relaciona con el hecho de estar soltera, es algo más profundo, es quizás su mayor miedo, su peor inseguiridad, y es con todas las personas a las que ella quiere sinceramente con su corazón. Le preocupa no tener nadie con quien compartir los pequeños momentos felices, o no tener a quien contarle las infinitas boludeses que le pasan en el día a día, le duele no tener por quien preocuparse o que nadie se preocupe por ella, le enoja no ser prioridad algunas veces hasta para sus amigos, se siente prescindible para todo su entorno, piensa que siempre va a haber un muy buen reemplazo, tiene miedo que la olviden, pero no en el futuro lejano, en el presente. Llora porque dice que no es importante para nadie, aunque le digan lo contrario, al menos eso siente. Pero quizás lo que más la amarga, es no tener a mano alguien con quien reír, siempre, sin importar hora, día ni momento, si es por medio de whatsapp o en persona. 

Ella necesita reír, ya sacó todas las lagrimas que tenía, ya regó y empezó a florecer, es hora de disfrutar todo lo que aprendió, aquello que sembró con su dolor, y que ahora quiere cosechar con alegría. Esa viñeta, le recordó que después de todo, no es una amargada, ya no más, porque está preparada para encontrar una naranja completa, no la mitad de ella, porque por fin, después de tanto, ella también se encuentra COMPLETA. 

Viñeta de: Nacho Gudiño.

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