Aunque empezó todo con un "Había una vez.." y terminó con un "Fin", las cosas se dieron distintas a un cuento: empezaron como amigos y terminaron como desconocidos.
Había una vez, dos personas que al parecer aprendieron a quererse mucho, por momentos lo hacían evidente, en otros se equivocaban y se hacían daño, aunque fuera sin querer. Decidieron ser amigos, luego le agregaron algo más, después confidentes. Pasados unos meses, se eligieron exclusivamente, mutuamente, compartieron buenos y malos momentos, se escucharon, aconsejaron, acompañaron. Se prometieron mucho, pero después de todo, hoy son desconocidos.
A ella le sigue doliendo, porque más allá de que fueron "pareja", o amigos con derecho, o salientes, incluso mucho menos al parecer para él, para ella era al único verdadero amigo al que le confió más que historias, anécdotas problemas o felicidad. Le confió su corazón.
Había una vez, dos personas que al parecer aprendieron a quererse mucho, por momentos lo hacían evidente, en otros se equivocaban y se hacían daño, aunque fuera sin querer. Decidieron ser amigos, luego le agregaron algo más, después confidentes. Pasados unos meses, se eligieron exclusivamente, mutuamente, compartieron buenos y malos momentos, se escucharon, aconsejaron, acompañaron. Se prometieron mucho, pero después de todo, hoy son desconocidos.
A ella le sigue doliendo, porque más allá de que fueron "pareja", o amigos con derecho, o salientes, incluso mucho menos al parecer para él, para ella era al único verdadero amigo al que le confió más que historias, anécdotas problemas o felicidad. Le confió su corazón.
Comentarios
Publicar un comentario