Martes a la noche programamos una girl´s night con mis amigas para el jueves. Cena, charlas, alcohol, salida. No me gustan programarlas porque uno espera que sea algo `Wouu´ y termina siendo un bodrio, lo imprevisto me gusta más. Pero por alguna razón me super entusiasme. Llego el jueves, desde la mañana anhelaba que llegue la noche. Ropa decidida, nuevo look en el pelo, taxi pedido y era la hora.
Cena rica, tragos gratis, ambiente copado. Gente conocida, inesperada pero genial. Risas, charlas, fotos, y obviamente la barra. Tenemos como un ritual con mis amigas con las que salí y se llama "Cerveza con tequila". Empezó como un invento mio, y después se transformó en "nuestro trago". La verdad es que le caimos bien al bartender y nos servía todo de más. No recuerdo el momento, en que me pareció buena idea mandar audios a mis otros grupos de amigos. Hasta ahí todo bien, dentro de todo. Después de varias rondas de alcohol, y de haberme puesto a hablar con todos los conocidos que había en el lugar, tenía información valiosa que tenía que pasarsela a UNA amiga específica, pero ya no estaba en mi mejor momento de la noche, el alcohol hizo efecto muy rápido. Escribir era imposible, asi que elegí la opción del audio. Mientras lo grababa, miro el celular, y le estaba mandando todo ese testamento bochornoso a otro grupo, el de mis compañeros de trabajo, donde incluso está mi ex. Mandado el moco, y sin entender mucho, me tente, y seguí embarrando todo, y quedando peor. Después de eso, todo esta borroso. Incluso aparecieron fotos que ni idea que existían. Mucho exceso de alcohol, pero por lo que me cuentan mis amigas estuvo muy divertida. El problema fue "the day after".
Primero que nada, me desperté tipo 8:30, estaba vestida con la ropa de la noche anterior, no acordándome como llegué a mi pieza y con un malestar en la cabeza y panza insoportable. Me volví a desmayar y las 13 me despertaron para almorzar, me sentía absolutamente peor. Seguía ebria, sin poder moverme del mareo y con el estomago revuelto. Bajé a comer, todavía no puedo creer como disimulé la resaca frente a toda mi familia. No alcancé a terminar, que subí a desmayarme de nuevo. Por suerte, trabajar un feriado, me ayudó a tener el viernes free. Me desperte a la tarde, un poco mejor, me tomé un té como si fuera a ser mágico, y me tire un rato más en la cama. La salvación llego con mi abuela y un alikal. Eran las 19:30 y me tenía que cambiar para ir a entrenar. Me agachaba y seguía mareada. WTF! Lo mismo fuí. El preparador físico preparó el entrenamiento para que corriéramos básicamente una hora, variando velocidades y en un circuito cuadrado reducido. Superé los primeros 10 minutos, y a decir verdad fue lo único que me sacó de la resaca. Bendito seas Hockey. En la parte técnica me costó ver la bocha al principio, después fue mejorando la visibilidad. Viernes superado.
Igual, me dí cuenta que este tipo de cosas las hacía bastante seguido cuando tenia 19 o 20 años, siempre y lo sobrevivía de otra manera. La verdad, es que en las últimas semanas retomé un poco viejas épocas, me reencontré con viejos amigos, con contactos y gente que era de mi pasado, parte ultra banal, sin sentimientos ni remordimientos, digamos que `de la noche´. Jamás entré en el jueguito de ellos, ni a sus excesos, quizás por eso salí de ese circulo, pero recuerdo lo divertido que era entrar a cualquier boliche que uno quisiera con solo saludar al dueño, que te regalen tragos todo el tiempo, y que te lleven y traigan a tu casa, solo por hacer presencia en estos lugares. Incluso me sorprendió que muchos de esos contactos se acordaran de mi y me preguntaran porque me aleje de la "buena vida", y en ese momento, en medio de la noche cordobesa, me preguntaba a mi misma porque había perdido todos esos beneficios, y no encontraba respuesta. Pero ahora lo sé, me acordé de la razón. Me aburrió. Deje todo eso, por una vida con mas sentimientos, con más aventuras que recordar durante el día, antes que olvidar las estupideces que una hace borracha. No me arrepiento de lo que vivi hace unos años atras, porque lo disfrute, y me gustó mucho la "buena vida" en el momento que tenía que hacerlo. Ahora, ya crecí para eso. De vez en cuando, está bueno sentirlo de nuevo, pero no siempre. Prefiero otros momentos con amigos, de esos que aprendes cosas más valiosas, esas comidas, charlas eternas que te hacen conocer a las personas de una manera sincera y "sin maquillaje".
Me dí cuenta cuanto cambié, y me pongo triste de encontrarme con esos amigos que todavía siguen disfrutando de la noche como si tuvieran 20. No porque esté mal, si no porque me da un poquito de lástima, que desperdicien sus días con resaca y no puedan descubrir lo lindo que es disfrutar cada minuto del día.
Asi mismo, está fue la primera vez que pude desafiar a mis fantasmas y hacerles frente. Creo que el jueves por la noche, logré liberarme de algo que me aprisionaba, y que hoy estoy dispuesto a dejarlo ir. Sé quien soy, y estoy dispuesta a luchar por mantenerlo, quizás encontrar un equilibrio, entre lo divertido que puede ser una ronda de alcohol con amigas, y la madurez con la que tengo que encarar el día a día, con mis grandes obligaciones, pero que a la vez me han regalado las mejores satisfacciones personales, que sin lugar a dudas que superan a las noches de alcohol sin sentido.
Cena rica, tragos gratis, ambiente copado. Gente conocida, inesperada pero genial. Risas, charlas, fotos, y obviamente la barra. Tenemos como un ritual con mis amigas con las que salí y se llama "Cerveza con tequila". Empezó como un invento mio, y después se transformó en "nuestro trago". La verdad es que le caimos bien al bartender y nos servía todo de más. No recuerdo el momento, en que me pareció buena idea mandar audios a mis otros grupos de amigos. Hasta ahí todo bien, dentro de todo. Después de varias rondas de alcohol, y de haberme puesto a hablar con todos los conocidos que había en el lugar, tenía información valiosa que tenía que pasarsela a UNA amiga específica, pero ya no estaba en mi mejor momento de la noche, el alcohol hizo efecto muy rápido. Escribir era imposible, asi que elegí la opción del audio. Mientras lo grababa, miro el celular, y le estaba mandando todo ese testamento bochornoso a otro grupo, el de mis compañeros de trabajo, donde incluso está mi ex. Mandado el moco, y sin entender mucho, me tente, y seguí embarrando todo, y quedando peor. Después de eso, todo esta borroso. Incluso aparecieron fotos que ni idea que existían. Mucho exceso de alcohol, pero por lo que me cuentan mis amigas estuvo muy divertida. El problema fue "the day after".
Primero que nada, me desperté tipo 8:30, estaba vestida con la ropa de la noche anterior, no acordándome como llegué a mi pieza y con un malestar en la cabeza y panza insoportable. Me volví a desmayar y las 13 me despertaron para almorzar, me sentía absolutamente peor. Seguía ebria, sin poder moverme del mareo y con el estomago revuelto. Bajé a comer, todavía no puedo creer como disimulé la resaca frente a toda mi familia. No alcancé a terminar, que subí a desmayarme de nuevo. Por suerte, trabajar un feriado, me ayudó a tener el viernes free. Me desperte a la tarde, un poco mejor, me tomé un té como si fuera a ser mágico, y me tire un rato más en la cama. La salvación llego con mi abuela y un alikal. Eran las 19:30 y me tenía que cambiar para ir a entrenar. Me agachaba y seguía mareada. WTF! Lo mismo fuí. El preparador físico preparó el entrenamiento para que corriéramos básicamente una hora, variando velocidades y en un circuito cuadrado reducido. Superé los primeros 10 minutos, y a decir verdad fue lo único que me sacó de la resaca. Bendito seas Hockey. En la parte técnica me costó ver la bocha al principio, después fue mejorando la visibilidad. Viernes superado.
Igual, me dí cuenta que este tipo de cosas las hacía bastante seguido cuando tenia 19 o 20 años, siempre y lo sobrevivía de otra manera. La verdad, es que en las últimas semanas retomé un poco viejas épocas, me reencontré con viejos amigos, con contactos y gente que era de mi pasado, parte ultra banal, sin sentimientos ni remordimientos, digamos que `de la noche´. Jamás entré en el jueguito de ellos, ni a sus excesos, quizás por eso salí de ese circulo, pero recuerdo lo divertido que era entrar a cualquier boliche que uno quisiera con solo saludar al dueño, que te regalen tragos todo el tiempo, y que te lleven y traigan a tu casa, solo por hacer presencia en estos lugares. Incluso me sorprendió que muchos de esos contactos se acordaran de mi y me preguntaran porque me aleje de la "buena vida", y en ese momento, en medio de la noche cordobesa, me preguntaba a mi misma porque había perdido todos esos beneficios, y no encontraba respuesta. Pero ahora lo sé, me acordé de la razón. Me aburrió. Deje todo eso, por una vida con mas sentimientos, con más aventuras que recordar durante el día, antes que olvidar las estupideces que una hace borracha. No me arrepiento de lo que vivi hace unos años atras, porque lo disfrute, y me gustó mucho la "buena vida" en el momento que tenía que hacerlo. Ahora, ya crecí para eso. De vez en cuando, está bueno sentirlo de nuevo, pero no siempre. Prefiero otros momentos con amigos, de esos que aprendes cosas más valiosas, esas comidas, charlas eternas que te hacen conocer a las personas de una manera sincera y "sin maquillaje".
Me dí cuenta cuanto cambié, y me pongo triste de encontrarme con esos amigos que todavía siguen disfrutando de la noche como si tuvieran 20. No porque esté mal, si no porque me da un poquito de lástima, que desperdicien sus días con resaca y no puedan descubrir lo lindo que es disfrutar cada minuto del día.
Asi mismo, está fue la primera vez que pude desafiar a mis fantasmas y hacerles frente. Creo que el jueves por la noche, logré liberarme de algo que me aprisionaba, y que hoy estoy dispuesto a dejarlo ir. Sé quien soy, y estoy dispuesta a luchar por mantenerlo, quizás encontrar un equilibrio, entre lo divertido que puede ser una ronda de alcohol con amigas, y la madurez con la que tengo que encarar el día a día, con mis grandes obligaciones, pero que a la vez me han regalado las mejores satisfacciones personales, que sin lugar a dudas que superan a las noches de alcohol sin sentido.
XOXO
Mujer Invisible
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