Mis viejos me pusieron 2 nombres y 2 apellidos. No porque importara el doble apellido o lo que creen algunos, sino porque así iba a tener una parte de mi papá y una de mi mamá, la mejor herencia de todas, el respeto y orgullo que sus dos apellidos se combinaran para siempre.
De chica, me costaba verlo de esa manera, así que usaba solo un nombre y un apellido, los del medio, y de vez en cuando me cambiaba el nombre, por uno que estaba de moda, y que a todo el mundo le gustaba. Incluso mi apodo es de 3 letras. Pero eso, en algún momento de mi adolescencia cambió. Tomé dimensión de que mi nombre completo me hacía una especie de ÚNICA, me distinguía del resto, y me empezó a gustar más. De a poco, sentí que mi nombre completo me identificaba tal como lo hace la huella dactilar, era mi PROPIO YO, en palabras, y así fue como lo empecé a usar, completo y largo, pero solo mio.
Muchas veces, ese doble apellido, tiene su peso, porque represento toda la linea genealógica por parte de mi papá, y toda la linea genealógica de parte de mi mamá, y se siente pesado, más cuando esperan grandes cosas de vos. Creo en parte, es mi culpa, porque desde chica demostré que podía llegar lejos, pero a medida que pasan los años esa presión es cada vez mas dura y hubiese preferido no haber generado tantas expectativas, porque ahora, mi nombre no me da mucho margen de error. No vengo ni de familias poderosas ni acaudaladas, vengo de una evolución de familias trabajadoras, luchadoras, que de padres a hijos trasmitieron el mensaje de superarse y querer llegar más lejos. Y ahí estoy yo, intentando superarme y llegar más lejos que mis viejos, difícil tarea, cuando ya de por si mis viejos son mis héroes. Héroes tan humanos que hasta de sus errores uno puede aprender algo.
Igualmente, aunque ame mi nombre, y lo lleve con orgullo, hace un tiempo decidí tener un seudónimo: Invisible Woman o Mujer Invisible. Lo uso en Twitter y en este blog nada más, pero por la simple razón, de que muchas veces me siento tan invisible que hasta olvido mi nombre y quien realmente soy. Es mi persona física que por momentos se desvanece y parece no ser vista ni percibida por nadie. Y por eso, soy Mujer Invisible, nombre que uso para animarme a sacar todas esas inseguridades, miedos, pensamientos, que me hacen tan vulnerable, y que van más allá de quien soy. Quizás sea el medio, por el cual me puedo acercar más a lo que VOS y YO sentimos o creemos percibir en la vida, más de una vez, sobre ser invisibles a los ojos de uno, dos o de todos aquellos a los que queremos llamar la atención.
Invisibles, no solo porque no nos ven sino también porque sentimos que no existimos algunas veces, que ni nos toman en serio, y mucho menos escuchan.
Invisibles, porque nos subestiman, y de hecho hacen que nuestra esencia se desvanezca.
Invisibles, porque nos lastiman "sin darse cuenta" pensando que nuestros sentimientos son tan invisibles como nuestra debilidad, al declararnos mujeres fuertes.
Invisibles, porque justo esa persona con la decidimos entregarnos por completo, no vió nada de eso, ni lo interpretó como tal.
Invisibles, muchas veces sintiéndonos mal por sentirnos mal (valga la redundancia). Por eso, te invito que goces de esa invisibilidad, porque eso que nos hace estar "depre", quizás se pueda trasformar en un superpoder, que nos haga fuertes, y que nos enseñe a mostrarnos y ser visibles, solo, con aquellos que merezcan ver, quienes realmente somos.
Mujer Invisible
a mi me disgustaba mi apellido hasta que descubrí que era una seña particular de mi viejo, mi hermano, mi tío y mi primo.
ResponderBorrarhoy en día hice de mi apellido un mascarón de proa que enarbolo con orgullo.
por suerte llegué a tiempo para que mis hijos lo tomen como yo, sin tener que esperar 35 años.
Totalmente, uno cree que quizas sea sólo una palabra, siendo que en realidad es IDENTIDAD y RAICES...
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